Una de las cosas que parece haber probado en el pasado el proyecto Wikipedia, y también la plataforma wiki en que éste se sustenta, es su capacidad para absorber los ataques y en cierto modo hacer del defecto virtud. Sucedió tras la deliberada tergiversación de la biografía del asesor político John Seigenthaler, un acto vandálico que trataba de demostrar las debilidades del sistema en tanto que plataforma de publicación abierta, o tras la controversia y la inspección detallada de artículos a raíz de las comparaciones con artículos de la Britannica a cargo de la revista Nature. Siguiendo la ley de Linus (dados muchos ojos, todos los errores serán obvios) los contenidos en el punto de mira fueron reparados e incluso mejorados en plazos relativamente cortos de tiempo, gracias entre otras cosas a que el wiki permite ir combinando distintos niveles de seguridad blanda (soft security) y a que Wikipedia cuenta con una enorme masa crítica de participantes compartiendo el mismo objetivo común: crear la mayor enciclopedia libre del mundo.
Por eso es probable que suceda algo parecido tras la cobertura periodística de agosto con motivo delartículo de la revista Wired sobre Wikiscanner (que tan superficial o incluso negativamente se ha llevado a cabo en prensa escrita y televisión, al menos en medios españoles), gracias al cual se ha seguido el rastro de varias IP ligadas a instituciones y empresas desde donde se han editado artículos de Wikipedia. Ni esas modificaciones realizadas desde Wal-Mart, Microsoft o la BBC, susceptibles de ser consideradas interesadas o subjetivas (y ahora más fáciles de detectar gracias a la nueva herramienta), ni tampoco la invitación directa al vandalismo hecha por algunos medios (con tal seguramente de dotar de mayor “interactividad” su pieza informativa) supondrán mayor problema a corto o medio plazo para los contenidos que van creciendo y reproduciéndose en las páginas de Wikipedia. Se trata precisamente del tipo de situaciones que robustecen el sistema, aunque a menudo sea a costa de poner a prueba la implicación y el grado de compromiso de sus participantes, y de requerir muchas horas de tiempo libre para patrullar páginas y seguir o establecer patrones de funcionamiento.
Las arañas de Google tratan muy bien a Wikipedia (ahí está siempre, en las primeras posiciones del buscador) y ése es uno de los principales motivos por los que todo el mundo trate de salir bien en la foto, por ejemplo empresas de dudoso pasado y políticos con prometedores futuros. Pero aunque en la actualidad eso no suponga un gran problema técnico o humano, existe un horizonte en el crecimiento exponencial de Wikipedia donde las previsiones parecen empezar a no cumplirse. O signos de desgaste en el seno de algunas comunidades por motivos mucho más cruciales para una enciclopedia que los expuestos, como son los de tipo lingüístico.
En ese sentido, y también considerando qué evolución futura pueda adquirir el proyecto (así como el mundo que reflejan sus millones de páginas), tal vez resulten cruciales iniciativas voluntariosas y ligadas a la realidad cultural al otro lado de la brecha digital como Moulin (que busca llevar Wikipedia a aquellos usuarios potenciales sin Internet ni tan sólo USB, comenzando por el oeste de África) o proyectos que se amparan en el modelo de convivencia entre empresa y software libre como Wikipedia mobile interaction (que podría optimizar la consulta y edición de artículos desde el teléfono móvil, algo bastante prometedor si tenemos en cuenta el índice de penetración de esa tecnología en países en vías de desarrollo).