Adaptación de post publicado el 20/07/2011 en Mozilla.cat
Se trata de unos conocimientos que dotan de verdadera autonomía para la creación y modificación de páginas web, permitiendo que quien los maneja vaya más allá de la utilización como mero “usuario” de herramientas ya hechas o portales prediseñados. En definitiva, que pueda tratar con infinitas posibilidades creativas el código primigenio con que Tim Berners-Lee abrió las posibilidades, a principios de los 90, de lo que hoy conocemos como World Wide Web.
Por ese motivo la Fundación Mozilla considera como una de sus prioridades actuales —dentro del abanico de diferentes iniciativas educativas que ayuden a defender y reforzar la Web abierta— que se fomente toda una serie de herramientas y metodologías para el aprendizaje de cómo se hace la Web. Se trata de permitir que bajo la misma filosofía y principios que guían el software libre, de transparencia y cooperación, desde una edad bien temprana se puedan ya comprender y modificar mediante pequeñas tareas y de manera lúdica lenguajes como el HTML y otros de gran potencial creativo.
No con la intención de que niños y niñas de mayores sean programadores u otro tipo de profesionales vinculados a la red (a pesar de que ésa representaría una vía de especialización nada desestimable actualmente) sino, por encima de todo, para que descubran y aprendan de manera activa cómo están hechas las cosas que visitan cada día con el navegador, y a la vez desarrollen habilidades y procesos cognitivos en la manera que proponen teorías pedagógicas como el Construccionismo, bajo las que se han desarrollado proyectos como por ejemplo Logo o Scratch.
Concretamente, varios de esos objetivos pedagógicos se materializan en tres nuevas herramientas en pleno desarrollo dentro del proyecto Hackasaurus:
- las gafas de rayos X (para ver y “manosear” el código detrás de cualquier página web),
- el htmlpad (para crear y subir al momento y sin necesidad de FTP una página),
- un libro de hacks (que muestra todo aquello que se puede diseñar con HTML y hacerlo fácil de replicar).
Esas herramientas, y su combinación con diferentes metodologías, se están poniendo a prueba actualmente en una serie de experiencias iniciales que, alrededor del concepto de hack jam o encuentro de desarrolladores, permitan apropiárselas con la máxima libertad posible por parte de niños y niñas, ya sea en el contexto del aula o en entornos informales de aprendizaje. Para que sean ellos mismos quienes decidan qué webs quieren modificar y cómo, y lo hagan ayudándose mutuamente, teniendo la figura docente como orientadora y facilitadora.
En este sentido, además de las primeras sesiones que se han llevado a cabo principalmente en Nueva York y Brighton, el pasado día 15 de Julio dentro de la programación del Tecnoestiu del Citilab-Cornellà se llevó a cabo una primera aproximación al uso de la herramienta con un grupo de dieciséis niños y niñas de entre 10 y 12 años, provenientes del casal de la Fundación Marianao. Durante la sesión, adaptando esta pequeña guía didáctica, pasaron de entender el concepto de hackear con el collage de una revista, a retocar ellos mismos las imágenes y textos de diferentes páginas web como por ejemplo Google o Wikipedia, dentro de cada uno de sus navegadores. Posteriormente pudieron compartir los resultados entre ellos y presentarlos ante una cámara con sus webs hackeadas de trasfondo.
Desde este enlace se puede acceder a una galería con algunos de los resultados. Aquí un vídeo-resumen de la actividad (subtítulos en castellano e inglés mediante Universal Subtitles):
También se puede ver este otro más amplio de las presentaciones que hicieron algunos participantes de la actividad.
Para quien quiera aportar y seguir los avances del equipo que trabaja en abierto desarrollando estas metodologías y herramientas basta con pasarse por el community call que se organiza cada martes, o bien seguir la lista de correo del proyecto Hackasaurus. En colaboración con diferentes personas y entidades que participaron en la organización del festival Drumbeat en Barcelona estamos planteando la celebración de más sesiones introductorias con otras franjas de edad, para continuar desarrollando este enfoque de alfabetización digital. También sería interesante la posibilidad de aplicarlo en nuevos contextos formativos (como puede ser el universitario) o en dinámicas de apropiación más completas y que pongan en juego más competencias (como por ejemplo la escritura y la edición de imágenes), en colaboración otras instituciones e iniciativas que se quieran sumar.